La Noche nos pertenece...

Bueno, me voy a encargar de la crítica de "La Noche es Nuestra" (We own the night). Estrenada discretamente, sin mucho bombo mediático como algunas compañeras de género, dícese "Infiltrados" (que es buena, aunque el globo publicitario la eleve demasiado, pues no hay que olvidar que sigue siendo un remake bien hecho). James Gray, director y guionista, nos presenta una película muy correcta , quizás demasiado seria pues no se ahonda lo suficiente en los sentimientos de los protagonistas.

Analicemos a los actores: Empecemos por Joaquin Phoenix (Bobby Green). Para mi gusto, interpreta bastante bien su papel de hijo descarriado y llega a transmitir sus sueños y tribulaciones a la audiencia. También tenemos a Robert Duvall (Bert Grusinksy), mítico actor donde los haya, interpretando al jefe de policía, comprensivo y a la vez preocupado por el devenir de sus hijos, en especial de Bobby. Sigamos con Mark Walhberg (Joe Grusinksy). Este no me convenció mucho, quizás por el papelón que hace en Infiltrados le exigía mucho más. Realmente, Joaquin se come en interpretación a Mark en este caso. Mark, un tanto sobreactuado en sus intervenciones en la película, no logra captar la atención de la audiencia y su personaje se difumina en la cinta. Sin embargo Joaquin es inversamente proporcional a Mark. No sé si es intención del director o labor de los actores, la cuestión es la sensación que dejaron ambos.

Ahora me diréis que falta una actriz y es cierto: Eva Mendes (Amada Juarez). No merece demasiada mención pues su papel es realmente patético. Cuando empezó la cinta con un desnudo parcial, ya me dio mal rollo y dados los precedentes de Eva (Hitch, Ghost Rider) la catástrofe estaba garantizada. Su personaje es plano, sólo tiene dos variantes (picantona o llorona): una espléndida interpretación. Te pasas la cinta diciendo: ¡Ojalá la maten ya! Porque nunca te importa ni te importará lo que le pase a esta buscona.

En cuanto al guión, se puede vislumbrar un cierto conjunto de estereotipos ya muy machacado por cintas anteriores (el negocio de la droga y sus traficantes está más que visto, la verdad). Desmerece a la cinta su columna vertebral que, aunque la historia sea curiosa de contar, no aporta nada nuevo al género.

En el aspecto técnico, son destacables algunos flashes de brillantez cinematográfica como la escena de la conversación padre e hijos en la capilla o la persecución bajo la incesante lluvia, la cual nos transmite un ambiente húmedo, asfixiante y muy realista. El espectador sufre al ver la escena, parece que vas en el coche.

En el apartado musical, se pueden oir música ochentera. La más famosa que suena es con la que se abre la cinta: "Heart of Glass" de Blondie, si no sabéis cual es pulsad aquí para ver un vídeo de esta canción.

Bueno, concluyendo, os aconsejo su visionado por las razones siguientes: está distraída, hay actuaciones buenas (y malas), escenas admirables y por supuesto, últimamente, la cartelera no ofrece películas decentes como ésta tal como describió nuestro amigo Tito Erik con 10000.