Will Smith o Hancock

Desde los tiempos de El príncipe de Bel Air, Will Smith ha sido sinónimo de éxito. Ya sea en cine o televisión, el norteamericano ha triunfado y sigue haciéndolo. La película que nos ocupa, Hancock, ha sido un taquillazo en USA y aquí parece que también lo será. Aun así, la cinta no convence.

Will Smith era la premisa que todos los tráilers de Hancock usaban para atraer público al cine y ciertamente es lo único que funciona en el film. Como ya ocurrió con Soy Leyenda, el equipo no ha trabajado lo suficiente y se han encomendado a la todopoderosa presencia de Will en las carteleras de todo el mundo. La jugada ha salido, felicidades...

Analizando el guión, nos encontramos ante un cóctel que bebe de cintas de supehéroes, comedia y drama, aunque el resultado es sensiblemente peor. Por momentos, se dirige a un público familiar, después se convierte demasiado trágica sin ninguna justificación. La cinta en sí carece de tensión pues todo se limita a gags de Will Smith. No tiene un rival a la altura como superhéroe que es por lo que no funciona como película de superhéroes, pero tampoco funciona como comedia, pues no destaca tampoco mucho por sus situaciones cómicas.

En el apartado de efectos poco que destacar. Se usan efectos al estilo ACME, no buscando el realismo sino la exageración. No hay quejas en ese aspecto, pues son bastante correctos sin innovar cosa que la película no ha hecho en ninguno de tus aspectos.

En definitiva, una cinta distraída aunque algo decepcionante pues es muy difusa en cuanto a su enfoque al público. La idea de un superhéroe borracho me recuerda demasiado a Tony Stark (Iron Man), los gags se parecen mucho al gamberrismo de Stan Ipkiss (La Máscara), el drama unido a comedias muy parecido a comedias como Click... Esa es la esencia de Hancock, veas lo que veas, te parecerá que ya lo has visto antes.