George Méliès, seguidor del afamado ilusionista parisino Maskelyne, hacía espectáculos en su teatro Robert Houdin. Creaba sus propios decorados, trucos y maquinaria. En 1985, fue invitado por los Hermanos Lumière a la primera emisión cinematográfica. Queda impresionado por la tecnología e intenta comprar un cinematógrafo. Los Lumière no están por la labor de ceder su invención, por lo que Méliès decide crear su versión del cinematógrafo.
En 1896, consigue proyectar las primeras películas en su teatro Robert Houdin. Siempre intentaba crear un ambiente de ilusionismo en sus películas, aunque siempre basadas en el estilo documental de los Hermanos Lumière. Fue pionero en técnicas tan utilizadas como truco de sustitución de elementos mediante el parado de la cámara, y también lo fue en la exposición múltiple del negativo (doble sobreimpresión) y los fundidos a negro y desde negro.
Hizo una inversión económica importante para crear el primer estudio de cine, lleno de mecanismos. Ésto le facilita la creación de más de quinientas películas. En 1902, crea su obra maestra y por la cual se le conoce: Viaje a la Luna, basada en dos grandes novelas literarias: De la Tierra a la Luna, de Julio Verne y El Primer Hombre en la Luna, de Herbert George Wells.
Analizando la película, se observan muchos decorados bastante conseguidos que recuerdan a su labor en el teatro como ilusionista. Es pionera en el hecho de conseguir esa continuidad narrativa cinematográfica y nos deja escenas inolvidables como la de la luna recibiendo el impacto de la nave espacial disparada por una bala de cañón.
ACTUALIZADO: La invención de Hugo, película de Martin Scorsese hizo un precioso homenaje a este magnífico artista:
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