viernes, 11 de mayo de 2007

Cosas que odio de ir al cine (I)

Aquellos que me conocen saben sin duda que me encanta ir al cine. No hay nada mejor que eso. Pero, como todo gran amor, el cine también tiene sus defectos. En esta serie mensual (o semanal, quincenal o cuando-se-me-ocurra-al) iré desvelando aquellas cosas que me sacan de quicio durante la placentera experiencia de disfrutar del séptimo arte en su forma original, la pantalla grande.

En este primer episodio hablaré de una raza que desgraciadamente no está en extinción: los comentaristas. Los comentaristas son esos individuos (e individuas) que creen que una sala de cine es una ampliación del salón de su casa. Se pasan la película hablando con el coleguilla de turno, lo cual tampoco es pecado... yo mismo suelo comentar algunos detalles mientras veo una película, pero los tipejos estos comentan cosas totalmente absurdas, hechos evidentes o ideas descabelladas.

Así que os imploro, comentaristas del mundo, si veis al prota comerse un melón podéis ahorraros los "Mira, se está comiendo un melón" o "Eso es porque tiene hambre". Y si veis a Tom Cruise sujetarse con dos dedos a un precipicio no soltéis un "Y hace todas las tomas de riesgo sin dobles" porque no es un precipicio de verdad...

En definitiva, estos seres deberían dedicarse a los videoclubs, esos lugares rebosantes de cultura cinematográfica, donde a la pregunta "¿Tenéis Pequeña Miss Sunshine?" pueden responderte "No, pero si quieres una comedia tenemos Pequeño pero matón". Eso sí que es nivel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jeje, pues si que es verdad, y como uno ya no entienda algo de la peli, ya apaga y vamonos o que se le expliquen en el video club. Adelante con el blog un saludo

Anónimo dijo...

Jajaja, no puedo evitar sentirme identificado...
A mi me gusta comentar las pelis, pero es q algunos se pasan.